jueves, 25 de agosto de 2016

Arquitrabes XVIII: nichos de mercado


Agonía por exceso de consumo de "carpe diem" (con sus pertinentes flores de plástico)



       

         El éxito comercial ríe agazapado en el cementerio alegre del consumo. Transforma a las personas en individuos para luego convertirlas en clientes (o turistas, si el goce de la orgía es fuera de casa): después viene el disfraz de persona, globalizado, con una máscara que se parece mucho a tu cara pero que te la pone quien te vende lo que compras. Tiene música y olor dulce de fiesta, pero es, en su fondo, un réquiem de tabanque de  feria.

Somos segmentos de mercado: perfiles con necesidades que  abona y explota la mercadotecnia para saciar insatisfacciones inducidas. Vivimos, pues, si somos los elegidos (que ya es un síntoma de salud económica), en un nicho de mercado. Somos “bibelots” o muertos en el gran centro comercial del mundo. Somos insumos sumisos, plataformas de consumo parasitadas por troyanas petroleras seductoras.

Las imágenes que siguen a los cinco heptasílabos blancos son su pie de texto.


                            Tumba llena de muerte.
                            Nicho huero de muerte,
                            en barbecho del aire.
                            Muerte llena de vida.
                            Vida llena de muertos.
        




3 comentarios:

  1. Un magnífico Limbo... pero un poco revolucionario para estas fechas ¿no?

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  2. A agosto, que tiene algo de anestesia de la conciencia, le conviene algo de contrapelo. Hay quien hace su agosto. Y quien se agosta. Pero el año tiene más vidas.
    Gracias por seguir paseándote por aquí. Cada vez hay más paseantes sin más rumbo que el que reclaman las pantallas de este olvido que parece ser la nueva vida.

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  3. muy bueno Ábradas, te mando un abrazo y un hasta siempre

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