martes, 24 de mayo de 2011

Destellos X

Borbotón léxico en el discurso total de lo fragmentario. Huellas en el camino de un pastor de horizontes descarriados. Duraciones instantáneas centrípetas, pero con voluntad centrífuga. Casi nada, que es una parte esencial del todo. Destellos.

Vértigo del abismo sublime del detalle: unos pies que conducen a alguien que no nos importa.

Hipersensibilidad acústica: miles de sardinas y jureles gritan en la jarcia boqueando chillidos sordos, dolorosísimos. Anestesiados por nuestra sordera, solo oímos su compulsivo movimiento, coreografía improvisada de zigzagueos plateados como paréntesis de silencio.

En este instante soy inmortal. En el siguiente… ¿quién lo sabrá?

Este instante linda al sur conmigo. Al este y el oeste con lo que soy. Este instante linda al norte contigo.

Citerea te espera: desembarca pronto que hay que consagrar tu venera para mi comunión.

De los pies a la cabeza hay una inmensidad que, siendo tuya, me pertenece.

El sexo tiene algo de molusco acezante y cefalópodo dulce y sabroso: el beso, diálogo de fluidos tentaculares, nos arrastra, animal, a la cumbre del instinto.

Esta península, farallón de proa, navega hasta el continente soñando con tectónica de placas.

2 comentarios:

  1. Deseamos esta immortalidad para este blog destellante. "Cinco minutos, la vida es eterna" en estos cinco minutos de luz... ¡qué más queremos!

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  2. Lejos de ser hiperbólica tengo que decir que impresiona enormemente este "glosario", ha sido una absoluta rotura de la visión, algo transmebranal,... bueno, tampoco es necesario aferrarse las palabras o a sus límites.
    Te felicito.

    Un saludo

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