viernes, 19 de abril de 2019

Haikus XLVIX


 
Homenaje de Gabriel Muñiz a los costaleros de Águilas. Semana santa de 2019.La señora con bolso de la derecha y la hoja de la izquierda centran el prodigio humano de la realidad.





A Gabriel Muñiz, artesano de la mirada que ve fotografías en su alrededor.



Instante preciso. Momento que contiene todos los momentos que son nada y pudieron ser todo. Como este. La memoria digital de la cámara de Gabriel Muñiz es palimpsesto de vida. Casi no pesa su espejo: pesa mucho el marco que le da posibilidad de reflejo.

El “hic et nunc” y su aura analógica son previos a cualquier “hic et ubique” digitales. Hubo una realidad que un fotógrafo de verdad supo esperar con paciencia para poder hacerla imagen transportable en el espacio y el tiempo. La fotografía contiene todas las fotografías que frustraron el milagro de ese instante, la perseverancia y el oficio de horas sin cuenta que forjaron en la fragua de la artesanía técnica la levedad de la gravedad.

Gracias, Gabriel, por esta amistad cómplice y fértil.




       Peso del cielo.
La gravedad divina:
raíz de vuelo.

        







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