jueves, 18 de abril de 2013

Destellos L

Impasibilidad ante la muerte que nos arrastra y circunda, para sobrevivir. Como don Tancredo


Para Iñaki Huerta Hortelano, perseverante baqueta percutiendo sobre el tambor de la vida.


Estos destellos podrían seguir siendo nada en una libreta, en el bolsillo de una chaqueta o exhibidos en un atril de silencio, pero prefieren ser relámpagos sin trueno en estos limbos, trazos de la morfología de los actos de la sintaxis de la vida.
Poesía como taller del pensar. Pensar para sentir y sentir para saber querer: aprender a llenar el paisaje de mirada. Que mirar sin haber leído empobrece la realidad y la degrada a materia. En la palabra vive, como en las correspondencias baudelairianas, toda la fuerza de todas las miradas leídas que hicieron suyo el paisaje.
Aquí puedo ser  mi mejor versión de mí.

¿Qué podemos enseñar en clase que los alumnos no puedan aprender en casa (que ya es el mundo)?
 En la respuesta está la esencia de la nueva pedagogía.
¿Un mundo feliz?
Distopía: esclavos de la libertad.
La mejor forma de conseguir un sueño es durmiéndose en él.


Para conseguir un sueño debemos correr tras él despiertos hasta acorralarlo en un callejón sin salida. Cuando lo tenemos entre las manos, despertamos de la pesadilla. Entonces el sueño nos persigue a nosotros y ya no hay escapatoria: somos víctimas y victimarios de la misma tantálica obsesión.

Recordar es buscar, encontrar y reconocer al que fuiste en el que sigues siendo.

Pedantería del ignorante. Pero no de analfabetismo adánico: de imbecilidad mediática.
No hay más horizontes que los abarcables a paso humano. El camino nos prepara para llegar. Llegar sin caminar es morir de éxito. De éxito ajeno.
Tocarte y sentir que lo que hay bajo tu tacto no eres tú, aunque sigas estando en ti. Desahucio del yo en la frontera sutil y trascendente de empezar a dejar de ser.
Don Tancredo en el río de Heráclito.

6 comentarios:

  1. Magnífica entrada. Ahora sólo queda aclarar en qué consiste exactamente la nueva pedagogía y como podemos perseguir un sueño en nuestro insomnio (segçun el sentido que dio a la palabra Dámaso Alonso) diario.

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    1. El poeta, querido Eduard, plantea preguntas, no da sus respuestas. La "nueva pedagogía", intuyo (puesto que para ser poeta hay que ser algo más que lo que Ábradas me hace ser) deberá buscar en la paradoja que une esfuezo y motivación. Per para ello habrá que encontrar la planificación de las fases y los ritmos de etapas y personas. Desmitificar la diversión y hacer fértil el "aburrimiento": enseñar a situar ambas percepciones del empleo del tiempo en su correcta naturaleza. Divertirse no siempre debe ser gozar como animales, revolcándonos en nuestros instintos, saciándolos inmediatamente; ni disfrutar serenamente de nuestra inteligencia es necesariamente aburrido (como antónimo del recreo que consquillea sin esfuerzo nuestra naturaleza primaria) La clave está en fomentar el interés en clase (mientras sean presenciales) para forzar al estudiante a estudiar (no es una perogrullada) porque le interesa saber.Pero, de momento, esto es una utopía pedagógica porque el animal vence siempre a la curiosidad que requiere la responsabilidad de la liberatad domada por el intelecto. A un niño de 8 años no se lo puedes pedir (aunque está más cerca de "obedecer" que un adolescente de 16) Pero una mente madura debería exigírselo ella misma para merecerse, como ser humano, sus atributos.

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  2. Destellos de reflexión que son píldoras para la calma y la meditación. Esto sólo se aprende desde casa después de haber aprendido los rudimientos básicos del saber en la escuela, en la calle, en la contemplación de una montaña...

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    1. Aquí rau, estimat Galderich, la clau de la porta cap a l'aprenentatge significatiu i formador: saber fer durador amb la reflexió i la dedicació l'estímul que ha de ser la base del creixement. Però créixer amb la pressa és voler aixecar-nos sobre el no res. La vida necessita totes le velocitats: també la de la lentitud que ens permet viure amb velocitat.

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  3. ¡Qué encrucijada la vuestra, querido Ábradas!Me refiero a la de los profesores de hoy... Cuando yo decidí dedicarme a eso de desasnar criaturas (de lo que nunca he llegado a ejercer -la guerra, el exilio impusieron otras obligaciones...-)la responsabilidad era otra y otras las inercias sociales. ¿Qué camino pensáis tomar? En vuestras manos y mentes está redirigir a la generación con más posibilidades (y peligros) de toda la historia de la humanidad.
    Tú sigue con tu lírica: sigue no dando para comer, pero da qué pensar y qué sentir... No ejerzáis de don Tancredo (López) y salid al ruedo a torear lo que se tercie con el oficio bien aprendido y con la flexibilidad necesaria para mantener la bravura y aumentar la inteligencia con la lidia.

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    1. Tenerle al otro lado de mis palabras, querido don José María, es siempre un estímulo creador. Escribir (aunque sea sobre este soporte traidor) sabiendo que usted me puede leer me hace más responsable de lo que digo.
      Puede estar seguro de que ser docente hoy en día no permite hacer la estatua ante la inquietud amorfa de los estudiantes, muy ajena a lo que la enseñanza tradicional se empeñaba en hacerles aprender. Ya no "desasnamos": intentamos redirigir sus pulsiones primarias para poder su inteligencia al servicio de su razón y no de su animalidad. La tecnología es una gran aliada y, a la vez, la gran traidora: facilitarlo toda tanto atonta y estimula un movimiento mantal que tiende a ser cada véz más virtual. Ese es el gran reto, don José María: que el mundo pueda tocarse, también, más allá de las pantallas táctiles. La lectula moltimodal, el "multitouch" amplía tanto las posibilidades que anula las más básicas. En este río revuelto nos movemos entre el naufragio y el rumbo programado: esperemos que la ganancia d epescadores no sea, únicamente, la de las empresas que acelerabn el pulso del mundo.

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