“La vida, un camino
en ábside de años,
puente de orilla
que decanta soles
y nos hace corazón
de miedo y de sueños.
No somos rehenes de
nada y de nadie,
solo semilla
incierta del alba,
apenas sollozo que
resbala
o, acaso, ojos que
leen el paisaje”
Poemas contra poemas (1992, página 2841)
Pálpito autobiográfico
universalizado en poesía: biopoética. Memoria candente de un olvido que lucha
en el naufragio impuesto, que se rebela por revelar el olvido de una memoria,
el oficio de una mirada lírica, preñada de épica. La escritura como
confirmación de la vida, como resistencia, como testimonio de una esperanza
cuajada en arrebato y precisión léxica,
entrojada para desembocar en poesía. En todo eso está y es Jacinto Luis
Guereña, un iconoclasta constructor de imágenes que vuelve a nosotros, tras su
muerte a los 91 años en febrero de 2007, gracias a la antología de versos y
vida compilada por su hijo, el historiador Jean-Louis Guereña, y el hispanista
Claude Le Bigot.
Desde febrero de 1939 se vio
obligado a vivir en el exilio francés (campos de hacinamiento, precariedad y
provisionalidad hecha estable realidad, doble nacionalidad a partir de 1956,
pero ya con una patria “décalée”
–desfasada-): esa circunstancia impuesta le permitió, a su pesar, vivir en un
bilingüismo-biculturalismo que enriqueció (a su pesar, insisto) su visión del
horizonte humano.
“Aquí estamos,
derechos,
mirando el camino que viene de muy
dentro”
(“Coro de voces esperanzadas” con el que finaliza su Poema
por el dolor y la sonrisa de España, 1946, escrito con la herida del
exilio abierta de par en par)
Autógrafo del poeta. |
Dedicatoria autógrafa del Poema del dolor y la sonrisa de España |
Es Guereña un poeta comprometido con
la vida, generoso vital y poéticamente, que ha pasado, de momento, al canon de
la literatura, citado por omisión, como tantos otros compañeros. Vivía
“[…]con la pasión de hallar el significado de la palabra
en su epicentro y el temblor de la emoción que confieren al poema su belleza
arraigada y germinativa […]”
Vestía sus intuiciones-ideas con un
surrealismo guereñizado, rimbaudianamente. Su desarraigo era de
“raíces de repentino horizonte”
con voluntad poética de
“horizonte
sin orillas, volcán puro, siéndolo”
Arcoíris para Goya (1988, pág. 221)
de
“horizonte
sin llave”
Todavía abiertos
los caminos
(2000, pág. 382)
Vivía
“Los huecos, la dialéctica expatriada”
El incauto mediodía (1998)
“Acaso, frágilmente, la rosa
y la biografía de palabras,
el eslabón de todas las cadenas,
el peldaño de las escaleras usadas,
una frase sobre otra frase
en diálogo cuerpo a cuerpo,
poema contra poema.
Tal vez, las heridas,
¿y qué es la poesía?
memoria con fiebre de exilio,
luz que sufre y nunca se anula.”
Poemas contra
poemas
(1992, pág. 290)
Porque
“Nada
se merece sin heridas.
Nada
se consigue por nada”
Poemas
razonadamente visibles (1995, pág. 329)
Porque
“La
mirada, al enraizarte,
te
ofrece su identidad”
El oficio de la
mirada
(1990, pág. 251)
Y
“el
método de tu propio caos te protege”
El oficio de la
mirada
(1990, pág. 271)
Jacinto-Luis
Guereña (en ese equilibrio dialéctico entre el guion francés y la <ñ>
española) dice de sí mismo en su Anthologie bilingue de la poesía espagnole
contemporaine (publicada en 1969 por Marabout université, Belgique):
“Vasco
de origen y madrileño por enraizamiento, he aquí un poeta cuyos sentimientos se
nutren de dos culturas: la española y la francesa. Nada de lo que viva le será
indiferente. La poesía: pasión y canto, la indispensable mezcla de humanismo y
de realismo, de moral y de belleza. Cabe decir que asimila la poesía al
paso mismo de vivir (ser, pensar,
sentir, soñar, luchar). Utiliza las palabras y las imágenes como el panadero el
trigo: en el esfuerzo y el amor. Por
razonamiento también. Y por solidaridad abierta a todas las poesías del hombre”
(La traducción del
francés es mía)
En esta
antología, en la que busca el canon literario español para un público francés
que no estigmatice a los poetas forzados al exilio ni los segregue de la nómina
general de los “peninsulares” y consagrados (desde Rubén Darío a Félix Grande,
pasando por Alberti, Quiroga Plá, Herrera Petere, Miguel Hernández, Blas de Otero, José Hierro, Caballero Bonald,
Gil de Biedma o Claudio Rodríguez, hasta
sumar 56 autores) afirma al citar su
bibliografía:
“Es, vistas las circunstancias, una
obra poética que ha sido sobre todo publicada en lengua francesa”
Dedicatoria de Rafael Alberti incluida en su Anthologie bilingue de la poesía espagnole contemporaine |
No estamos ante un poeta menor ni por cantidad ni por calidad (para los más críticos no puede pasar por alto la originalidad de su voz). Repasemos su bibliografía, que suma alrededor de cincuenta obras:
Poesía en castellano:
1-Tiempo en 1939 (que
incluye “Poemas de única ciudad” y “Gurs”). Inédito.
2-Poema del dolor y de la sonrisa
de España (1946). Editado en su colección Méduse.
3-El invierno de la palabra
(1946). Editado también en Méduse. El
título de la obra (que no aparece en la antología Corazón de miedo y de sueños) aparece citado otras veces como El invierno de las palabras o Memoria del invierno (y con fecha de
1956)
4-Noticias (1971).Editado
por la Institución “Fray Bernardino de Sahagún” de León
5- Como un río de recuerdos
(1976). Publicado en Caracas por la editorial Sucre.
6- Para un manifiesto
(1976). Editado en Madrid por Rialp.
7- Arcoíris para Goya
(1988). Editado en Madrid por la Asociación de escritores y Artistas españoles.
8- Desconcierto de diálogos
(1988). Editado en Málaga por Librería Anticuaria El Guadalhorce.
9- Esta fuente de poemas
(1988). Editado en Málaga por Librería Anticuaria El Guadalhorce.
10- El oficio de la mirada
(1990). Editado en Barcelona por Seuba.
11- Poemas contra poemas (1992).
Editado en Madrid por Endymion.
12-Olvido de una memoria
(1995). Editado en Madrid por Devenir.
13-Poemas razonablemente visibles
(1995). Editado en Barcelona por Seuba.
14- Friso de confluencias
(1994). Editado en San Roque por el Centro Municipal de Cultura Rafael Alberti
15- El incauto mediodía
(1998). Editado en Madrid por Devenir.
16- Todavía abiertos los caminos
(2000). Editado en Logroño por el Ateneo Riojano.
17- Las mismas desembocaduras
(2001). Editado en Madrid por Devenir.
18- Corazón de miedo y de sueños.
(Antología 1946-2001).(2013) Publicada en Sevilla por Renacimiento y
Jean-Louis Guereña y Claude Le Bigot.
19-Poemas dispersos en revistas y
publicaciones francesas, españolas o americanas sin cuantificar todavía y que
podrían constituir un volumen heterogéneo (con orden cronológico o el que
marquen la lengua de expresión): Unión,
La voz de combatiente, La trinchera,
Ahora, Esprit (en ella publicó,
en francés, su primer poema en la lengua gala, “Complainte pour José Vitini”), Méridien, Horizon, Signes, Sources, La
Tour de Feu, Papeles de son Armadans, Ínsula, Nouvelle Revue Française, Les
langues néo-latines, Antère , Poèsie Seghers, Deportación Española, Iris, El
Nacional, Europe, Soleil, Méduse, Independencia, Boletín de la UIE (con
ocho poemas en castellano), Le Journal
del Poètes
20- Muestrario de caminos
(posterior a 2001, inédito)
21- Poema susurrado (posterior
a 2001, inédito)
22- Tripoema (posterior a
2001, inédito)
23-Los silencios (posterior
a 2001, inédito. Incluye poemas como “Balanza y horizonte”, “Primaveralmente” y
“Los silencios”)
Poesía en francés:
24- L’homme, l’arbre, l’eau
(1944).Editado en Pau por Imprimerie Commerciale.
25- Ode pour la grande naissance du
jour (1945). Editado en Pau por la Colección Méduse.
26- Mémoire du coeur (1953).
Editado en París por Seghers.
27- Loin des solitudes
(1957). Editado en París por Caractères.
28- Guitare pour la nuit
(1958). Editado en París por Hautefeuille (Caractères)
29- Florilége poétique
(1967). Editado en Blainville-sur-mer por L’Amitie par le livre. La selección
la presenta Pierre Darmageant.
30-Histoire et anthologie de la
poésie française (1982) En ella Robert Sabatier recoge algunos de su
poemas publicados entre otros poetas franceses.
31- Une vie 10 poèmes inédits
(1985). Editado en Luxembourg por Phi.
32- Orages de l’apaisement. Poèmes
(1991). Editado en Luxembourg por Phi.
33- Soupçons (1992). Editado
por La Rivière Echappée.
34- Divertimento (Sin
documentar ni la fecha ni la edición. Es una colaboración poética con el pintor
Mentor)
Obra diversa (dinamización cultural,
textos en prosa de varia naturaleza, antologías, traducciones y artículos en
prosa):
35- Carta a un joven que realmente
habita fuera de nuestra ciudad (Primero de mayo de 1939, inédito)
36- Méduse. Front franco espagnol des
lettres. Creation et combat (cuatro números entre 1945 y 1947, con un
quinto sobre Antonio Machado que no llegó a salir. En esta publicación, además
de poemas y edición de un poemario propio, aparecen artículos suyos y
traducciones de textos como Poeta en
Nueva York de Lorca o la Soledad
Primera de Góngora. Podría hacerse una edición facsímil de gran valor
histórico)
37- Anthologie bilingue de la poésie
espagnole contemporaine (1969) Editada en Bélgica por Marabout
Université.
38- La poèsie espagnole contemporaine
(1977). Editada en Paris por Seghers. En ella selecciona treinta y tres poetas
entre Ángel González y Guillermo Carnero.
39- Colaboraciones ensayísticas,
durante más de veinticinco años, en la sección de “Crítica de libros. Desde
París” de la Revista Intercontinental y
Diplomática dirigida por Francisco Agüera Cenarro (Roberto Madrid) en
México. Estos artículos, junto a los escritos para la agencia de Prensa
Intercontinental (con la mediación de Rafael Sánchez Guerra y la cadena de
prensa Colpisa), que le permitieron aparecer en El Norte de Castilla o El
Heraldo de Aragón, pueden constituir otro volumen. No es este el lugar para
aproximarse a esta faceta de su labor intelectual que, por lo demás, está muy
lejos de estar mínimamente compilada.
40-100 poèmes sur l’exil
(1993). Publicado en París por Droits de l’Homme.
41- Edición y traducción de Las flores del mal de Baudelaire
(1977). Editado en Madrid por Visor (reeditada cinco veces hasta 1996)
42- Edición y traducción de Poesía de Verlaine (1984, reeditada
en 2007). Publicada en Madrid por Visor.
43- Edición y tradución de Soñada
vida. (Antología bilingüe) de René Guy Cadou (1973). Publicada en Madrid por Rialp
44- Traducción de Bernanos para la colección Grandes Escritores
contemporáneos (1974). Editado en Madrid por Epesa.
45- Traducción de Narrativa francesa (1850-1970)
(1971). Editado en Madrid por Epesa en su serie “Panoramas” de la colección de Grandes
Escritores contemporáneos.
46- Traducción de Lecciones sobre el
ateísmo contemporáneo de Roger
Verneux (1971).
47- Traducción de Antología de
Jules Supervielle (1973). Editado en Barcelona por Plaza & Janés.
48- Edición de Francia en ocho poetas (1973). Publicada en Carboneras de Guadazaón
(Cuenca) por Toro de Barro
49- Estudio sobre Miguel Hernández (1963) Para Seghers, París, en
“Poètes d’aujourd’hui”. Después la corrigió para Taurus, ya en castellano en
1967, Narcea en 1973 y Destino en 1978.
50- Edición de Poesías de
Miguel Hernández (de 1980 es la decimoprimera edición). Publicado en Madrid por
Taurus. Hubo otra edición de la poesía de Miguel Hernández, con estudio,
comentarios y notas, para Bitácora, en 1973.
51- Artículos sobre su propia aventura personal, que podrían constituir
un nuevo volumen de sus obras completas:
-“
Notas sobre la poesía. Nota sobre mi poesía” en Méduse, 2, Pau, 13 / XI / 1946, págs. 9-16
-“Publicaciones
y poesía (notas del exilio republicano en Francia)” en TUSELL, Javier. Oposición al franquismo. Actas del Congreso
de historia contemporánea. Madrid: UNED, 1990, p. 523.
-“Exilio
y andadura creativa: mi experiencia en las letras españolas y francesas” en
AZNAR SOLER (Ed).El exilio literario
español de 1939. Actas del Primer Congreso Internacional (Bellaterra, 27 de
noviembre-1 de diciembre de 1995) Sant Cugat, GEXEL-Cop d’Idees, 1998, págs.
637-644, volumen II)
-“Méduse-Medusa y el Frente Franco-Español
de las Letras en AZNAR SOLER (ed.) Sesenta
años después. Las literaturas del exilio republicano de 1939. Actas del II
Congreso Internacional (Bellaterra, 1999). Sant Cugat, GEXEL-Associació
d’Idees, 2000, págs. 615-624, volumen II)
-“Testimonio”
en MANCEBO, BALDÓ Y ALONSO (eds.) Seixanta
Anys Després. L’Exili Cultural de 1939. Actas del II Congreso Internacional
(Valencia, 2001). Universitat de
València, Biblioteca valenciana, 2001, págs. 591-596, volumen II)
52- Epistolario. De gran interés por las relaciones personales que
estableció y porque, al hilo de su vida, teje su poesía.
El listado
mismo, a modo de inventario vacío, es ya una declaración. Si se lee, si se
entra en el coso de su cuerpo a cuerpo con la lidia lírica, su dimensión
adquiere el perfil humano con el que quiso resistir esperanzado y esperanzando.
Retrato de Jacinto Luis Guereña de Ramón Lapayese |
“Díselo a
tu amigo, insiste
con tu
libertad.
Que no se
diga
que te
callas.
Vivir es
hablar”
Para
un manifiesto
(1976)
“Gritar
quisiera.
Cantar,
también, las sílabas
galopeadoras
que se clavan
como púas
en ansias
de este mundo,
en cosas
de esta tierra
que
siempre es terrestre.
Por la
vida voy
ante
hermosuras,
la
respiración se yergue
aunque sea
terrible evocar
recuerdos
y tener
que escribir
hablando
con los ojos de sueño
y la palma
de la mano abierta
en la
esperanza”
Para
un manifiesto
(1976)
“Necesito
más horizonte
y más
espacio en el lenguaje,
me urgen
nuevas primaveras
[…]
Me callo,
pero me habla en mundo.
En los
labios crecen ansias,
maduran
palabras,
de sueño o
de dicha”
Para
un manifiesto
(1976)
La poesía de Jacinto Luis Guereña no
puede dejar de ser metapoesía porque, bécquerianamente, la poesía es la vida y
el poema su traductor. Confiar en la palabra es tener la llave para abrir el
misterio de la existencia, de esa fiesta, con sus sombras y epifanías, que nos
justifica: “Somos seres de carne y hueso y diálogo”.
“Hombre
soy,
Poeta me
llaman.
Nombre
tengo,
en mis
paisajes hablo.
Nombre de
pila
con
apellidos vascos.
Mundo
entrañable
de las
soledades
como la
uva o la manzana
o la
naranja,
siempre
aquí,
siendo de
todas partes,
realidad
frágil
como la
rosa
que solo
es rosa
o así se
llama.
Minorías y
mayorías
de la
misma substancia.
Compañeros
de todo
y de
todos.
Hombre de
tierra
con cuerpo
y palabra.
Una rosa:
todas las
rosas.
Un hombre:
todos los
pueblos…”
Para
un manifiesto
(1976)
Como le dijo a Sylvain Martinagolle:
“El poema
como manantial y misterio… es el espejo de los sueños, la magia de la poesía
[…] Es exactamente el poema la fuente adecuada más plural y menos concreta […]
Sí, es creación y memoria y emoción; a esto le doy un nombre: la biopoética”
O como
escribió en un artículo de testimonio en el congreso Sesenta años después (2000):
“Porque
escribir y vivir soñadoramente era un acto de confianza en la vida, en
legitimación del porvenir. No se trata de una actividad superflua y juguetona,
escribir era confirmar la vida, resistir, y cada poema defendía la libertad
interior así como la dignidad personal y solidaria. En la lectura del poema se
prolongaba la misma biopoética de muchos”
La
poesía de Jacinto Luis Guereña reclama nuestra atención y nos llama desde sus
imágenes mentales imposibles, su compromiso vital y estético, su surrealismo
lúcido, preñado de luz y simiente (pero también de sombras y planeos de la
muerte, en antítesis siempre esperanzadora); nos sigue hablando (siendo ya ceniza en el campo de batalla del
Ebro) desde su sintaxis nominal encabalgada, heterogénea y libre. Aquí lo dejo
fluir, yuxtapuesto, entre ríos fértiles de raíces, gavillas de soles, cochuras,
palabras entrojadas y germinantes; enracimado en desconciertos de diálogos,
acuñando futuros, fraguando amanecidas atalayado
en una cucaña de voces; preguntándose por quién tala el vacío, guilleneando a
lo Claudio Rodríguez en un mediodía interminable, atado a la luz desde sus
raíces; sabiendo que nunca se regresa a la memoria intacta o que hay desiertos
fértiles, regados por la sed de los diálogos o la fuente de las palabras, entre
gritos ya perforados, descorriendo las cortinas de las sílabas; sintiéndose
arable, entre raíces y sombras, en el gozo vivo del camino que enhebra y ovilla
su memoria en países verbales; aprendiendo del fulgor, sin lección ni método,
anocheciente o habitante de las raíces
en las alas de la luz esparragueada, poroseándose; persistiendo en la fugacidad
de palabras de imposible desarraigo, que tiemblan con la proa en sus duendes de
sinrazón…
PROYECCIÓN
DE HOMBRE Y TIERRA
“Podéis
podar mis ramas:
me
quedarán las hojas.
Podéis
talas la enramada:
subsistirá
el tronco.
Podéis
talar el árbol:
retoñarán
las raíces.
Seré
garganta, seré savia.
Son cosas difíciles,
que no se
vencen,
nadie
llegará al hoyo
de mi
memoria,
a la noria
de mis sueños,
nadie me
apresará
con sus
razones
tercas
aunque heridas,
nunca
serán ceniza
las alas
de la vida.
Puédese,
acaso matar el árbol,
y quedará
el monte,
se puede
suprimir la silueta
que como
torre alza el álamo,
dispersar
sus nidos de canciones
y sus
paraísos de pájaros,
se puede
derrumbar al árbol
y quitarle
corteza y fuerza
y sus
dibujos de enredadera;
subsiste
lo más hondo y claro,
la lenta
palabra del terruño,
el tiempo
libre en su libre
corazonada”
Para un manifiesto (1976, págs.
217-218)
Esto
es un aperitivo. El jueves 22 de mayo, en la joven librería La Memòria de
Gràcia (en este oxímoron tan guereñano), podréis disfrutar de más detalles
sobre este gran poeta ignorado: su hijo Jean-Louis Guereña y quien limbea por
aquí, a eso de las siete de la tarde, intentaremos reavivar el apasionado
estoicismo de su personalísimo fluir lírico a quienes por allí os queráis pasar
para quedaros. Quedaros en la poesía que nos acerca ese Corazón de miedo y de sueños
que presentamos.
1-Todas
las páginas citadas hacen referencia a la edición de Guereña, Jean-Louis y Le
Bigot, Claude (ed.). Corazón de miedo y
de sueños. (Antología 1946-2001).
Sevilla: Renacimiento, 2013. Si no se cita la página, el texto pertenece a la
edición original, de la que se solo se cita el título y el año de la
publicación.
El 22 ens veiem a la llibreria La Memòria per acabar un àpat tant sucós.
ResponderEliminarJacinto Luis Guereña dona per a molt: recorda'l el dia que va venir a l'escola, sobretot quan van anar a dinar amb ell. Aquell 14 de novembre de 2001 tenia 86 anys i un discurs vital i viscut.
EliminarEsperem que molta gent en pugui gaudir de l'àpat, del que l'antologia preparada pel fill i Claude Le Bigot, n´és només la punta de l'iceberg. L'aventura humana i literaria que habita als seus versos mereix més lectors que els que fins ara ha pogut tenir.
Ens trobem el 22 a La Memòria: tot un retrobament simbòlic.
¡Qué bien, Ábradas, reencontrarme en tus Limbos con el amigo Guereña! ¡Qué voz más singular desde su fraseo de vida viscosa¡ ¡Qué compromiso con la poesía que es la vida misma!
ResponderEliminarEn el Boletin de la Unión de Intelectuales Españoles que yo dirigía, publicó ocho poemas: “Canto de simpatía”, “Reloj parado” y “Berceo” (que tituló como conjunto “Tres poemas en ramo”; “Curso del Ebro”; “Clamor de reconquista de España”; “En busca de la libertad”; “Poema del hueco en la amistad”; y “Cuadro de apoteosis”.
Era un tipo peculiar: alguien con un corazón enorme (que ahora veo poblado de miedo y de sueños) que batallaba, en un contrapelo de vocación ecuménica, con los instantes y el mundo para hacerlos mejores con su poesía.
Que la editorial Renacimiento, por el tesón del hijo y el hispanista francés Claude Le Bigot, lo devuelva al camino del poder ser leído, es, más un acto editorial, un acto de justicia. En su poesía habitamos todos, los que vivimos y morimos el exilio y los que no.
Es una deuda, querido don José María. Doble deuda: la que nos obliga a restaurar los textos secuestrados a sus lectores naturales y la que nos lleva a contextualizar las creaciones para que los lectores actuales puedan aproximarse a esos textos con la mínima información necesaria para disfrutarlos. Si bien es cierto que su universalidad a veces perdona la segunda.
EliminarY hay una paradoja: esos poemas son así porque la realidad que vivió así fue destilada por Jacinto Luis Guereña. Nunca podremos saber el rumbo creativo de su biopoética en las circunstancias naturales (¿las hay?) de una república no asesinada por el golpe de estado militar y reaccionario. Max Aub imaginó ese futurible en El teatro español sacado a la luz de las tinieblas de nuestro tiempo, en el que agradecía a la RAE el haberle aceptado en 1956 como académico y era respondido por Juan Chabás, en un imposible histórico entre irónico y melancólicamente cruel.
Su poesía, don José María, como la de Guereña, merece ser leídas dentro de un canon general en el que la circunstancias de “exiliados” sea solo un dato y no una categoría segregante de la nónima oficial.