martes, 12 de agosto de 2014

Arquitrabes III: humanismo humano.



Sincretismo simbólico. Dibujo de Ana Gálvez.

Las virtudes de la impureza, las sinergias abortadas por a prioris y prejuicios.El mar muerto debería ser solo una metáfora geográfica y la mano de Fátima más que un símbolo: esa parcela del mundo un jardín de vida en la que las manos se estrechasen y tendiesen como puentes del dar.



                            “Nadie es más que nadie”

                                      Adagio castellano

“Por mucho que valga un hombre nunca tendrá un valor más alto que el de ser hombre”

Glosa del adagio castellano
de Juan de Mairena-Antonio Machado




¿Humanismo judío? ¿Humanismo musulmán? ¿Humanismo cristiano?

¡Humanismo humano!

Solución ucrónica en presente:

Que hablen y hagan los hombres.

         (      y    Deus 
juegan a póker con el Tío Sam, distraídos

-yahveh, dios, al-lah… 

Tanto monta, monta tanto: 
el  montante lo pone el tío sam-)



4 comentarios:

  1. Una ecuación de difícil solución...

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    1. Conocida la naturaleza humana, parece imposible esa solución: hay siempre más sospechas de traición y de ceder que voluntad de llegar a un acuerdo. Como no se trata de personas sino de masas ideologizadas y con toda una tradición que defender, no hay diálogo posible fuera de la utopía. Por eso hablo en este Arquitrabe de “solución ucrónica”: solo una reconstrucción literaria sobre un supuesto que no existe nos podría llevar a un marco de entendimiento. Para ello las partes deben desnudarse y dialogar como hombres y no como representantes de nada.

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  2. Al final, esa miseria humana que engendra muerte se queda en nada. Hombres sois (los niños todavía no) y en nada os convertiréis (un niño muerto, fuera ya del tiempo, es tan nada como un hombre muerto) Las ideas solo sirven si suman, si mejoran la vida. Que la vida tiene un precio, cada acto lo acaba demostrando. La religión es un disfraz del poder y no un aliciente para mejorar la vida. La religión (la que sea), apunta hacia la muerte. No sirve para la vida. El Tío Sam, jerarquizador de cualquier dios, se ríe ante la ingenuidad de los creyentes. Un Arquitrabe muy explícito, querido Ábradas. Irónico y cruel como la realidad misma.

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    1. Pero no hacer nada adelanta la nada que seremos, don José María. ¿Cómo convertirnos en hombres desdisfrazándonos de esa transcendencia cultural sin renunciar a lo que somos? ¿Cómo solucionar un conflicto instalado en pústula sin sangrar la zona afectada (que, en definitiva, es todo el mundo representado en ese pedazo del universo)?

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