sábado, 19 de marzo de 2016

Haikus XXV



 
El descendimiento (h. 1435) de Rogier van der Weyden. Museo del Prado
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Manos, pies, costado y frente: heridas en que enhebrar la pasión de ser


El Viernes de Dolores abre el himen de la Semana Santa, útero de muerte que ensalza y fertiliza la vida. En el rito repetido habita también la novedad: nacer en cada muerte, almar la idea, sangrar el cuerpo.

Descender de la cruz para ascender es caer hacia arriba. Querer vivir en vuelo sin cruz nos lastra de felicidad.

Pasión por simpatía asertiva, por empatía, por compasión. Amar la resiliencia que nutre el amor.


        
                     Herida abierta.

Hemofilia amorosa.

Pasión perpetua.




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