domingo, 19 de junio de 2016

Destellos LXXIII



 
Inteligencia de ola: perseveracia del siempre volver, diferente, al mismo amor.




         Lo más cercano puede tener corazón de paraíso. Lo exótico puede ser acicate de huida: aliento o trampa espuria. Viajar abre y cierra: te ensancha la mirada, pero te puede dejar ciego si nunca has mirado hacia adentro. Con ojos de extranjero, mírate y mira tu alrededor. No con ojos de cliente, de persona que quiere seguir siendo fuera de la frontera de la inercia. 
   



Sacó sus abismáticos y aprendió a ver en el corazón de las personas. Otros, con prismáticos, apenas veían más allá de sus narices.


La aporía de Zenón de Elea tiene una solución lírica en clave de duración esencial.


Haber tenido suficiente infancia para no añorarla y vivir, pletórico, las otras vidas de la vida.


La ceniza de la cereza.


Este instante amanece, se yergue como una ola en el mar del tiempo.




El tiempo está quieto: se mueve el espacio a su alrededor.





Deus ex machina”: dios desde la tramoya, desde el artificio, desde la mentira. La esencia misma de dios.



Sexo: isla sin continente, contenido que necesita su mar para navegar y encontrarse (aunque sea en su naufragio)





Ola de carne, luz y sombra del zigzag del deseo.

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