En
el duermevela del amanecerme, en el umbral vigilante del despertar, los versos,
hilos del espíritu que vuelve a la consciencia plena, fluyen en meandros de
estuario que van a dar a la mar que es el vivir.
A
Gabriela Amorós Seller, entre sueños.
“me muero de puro encarnar el alma
mi sangre entra y sale
como una espina”
“ven
corporízame
como yo te almo”
AMORÓS SELLER,
Gabriela. El estuario rojo. Madrid:
Izana Editores, Poesía, V, 2017, pág. 32
-La fragua cero. Madrid: Izana Editores, Narrativa, 2014,
pág. 93
Para
almarte
he necesitado
una licenciatura en infancias,
un doctorado en sueños.
He tenido que hacerme ingeniero
de puentes, caminos y mares,
arquitecto calculador de
estructuras,
matemático de fronteras,
químico de aromas de leyenda,
físico de fractales
y jardinero de universos.
Peón
y rey a pie de obra,
me paseo
por los escaques
que dibujo sobre la piel
que viste la carne
que es el almario
de la que eres.
Minero
almador,
estibador,
buceo para encofrar
con puntales y cimbras
la galería en la que forjo
con amor
el espíritu medular de tu cuerpo.
Para
almarte
me basta con imaginarte
por dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario