La saboneta
A Ulric Picó, jinete mecánico hacia el que será
En el bolsillo, mecido por un calor oscuro,
su tic tac palpita, ajeno y paralelo a tus latidos.
Apéndice lastrado,
custodio custodiado del tiempo,
la saboneta traduce, mecánica,
la insondabilidad del universo hasta hacerla humana
y comprensible.
En acompasado vaivén paralelo,
el móvil te incomunica con su exceso allá donde estés.
Desterraste el pulso automático e inconsciente
del reloj de pulsera
para hacerte galeote concéntrico de pulgar e índice:
la circularidad de su cuerda
te acerca
al tiempo circular
en que progresas.
Las horas fluyen,
serpentean los minutos
se precipitan los segundos...
Pero tu tiempo ahora es tuyo: tú lo modulas,
le das vida a voluntad
vive porque tú lo enrollas en espiral,
sobre sí mismo
una
y
otra vez,
venciendo su resistencia,
su tendencia a la longitudinalidad.
Es tu esfuerzo diario
el puente de tu presente: si abandonas tu vigilancia
el tiempo se para.
La saboneta: crisol material de lo intangible,
vórtice que baila en la palma de tu mano
mientras tú vives
y creces
sobre el binario balanceo que generas
para llegar hasta ti desde ti,
gracias al puente de tu presente.
Marinetti alabaría tu poema al comprobar que esos tic tac futuristas atrapan el movimiento del tiempo paseándose por la vida.
ResponderEliminarExcelentes cadencias en tus versos, languideciendo el pasado, recostados en el presente y con los ojos abiertos al futuro.
Mi admiración sincera. Excelente tu blog.
Saludos.
Homenaje excelso al reloj de bolsillo, a su pálpito alejado de extremidades y rendido al cuerpo, a su maquinaria ensortijada mecida por la palma. Proclama del tiempo perdido y del espacio acompasado, tus versos son frisos que se disponen en troquel forjando la cuadratura del círculo. La saboneta... precisa y entrañable formade advertir y de mimar el pasado.
ResponderEliminarHe sentido cómo se convulsiona el texto, como respira el tic-tac a través de tu poética, es un excelente texto, Ábradas.
Gracias mil por tu literatura.
Te contesté a tu comentario, eres un referente como te digo.
Un abrazo y mi admiración siempre.
Gabriela Amorós- La emoción indomable
El universo desconoce el tiempo -aunque lo tiranice-, la humanidad sabe mucho de él -aunque sea su títere-. La Saboneta viene a ser como la hoja del hacha en las venas que, estando allí, no queremos quitar.
ResponderEliminarFelicitaciones por tu literatura.
...el binario balanceo del puente hasta el presente...
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos blogueros
No me acordaba, el reloj de bolsillo es especialmente característico de ti!
ResponderEliminar"Las horas fluyen, serpentean los minutos,se precipitan los segundos..."
Muy Machadiano... ;) un abrazo!
No sale el nombre, pero soy Clara.
ResponderEliminarExcelente literatura. Las épocas son cósmicas aunque tiranas para los hombres... tus palabras de relojes y tiempo, zambullidas en el poema, crean el colgante conque pende el viejo reloj en el bolsillo, enhebrado en el ojo de los de hoy con pulseras, digitales, y sin cadenas.
ResponderEliminarLo tuyo es brillante, Ábradas, e incita a leerte seguidos.
Recorrí tu blog y me ha encantado, en realidad.
Un abrazo.
Jorge.