A todos los adolescentes, que viven en esa frontera que va del que fueron al que querrían ser y se pierden en la densa complejidad de su presente, demasido cercano, demasido visceral para mirarse viéndose con la perspectiva que, a veces, les pide la vida.
Au musée (1999) |
Invitation au voyage (2009) |
Le temps suspendu (2003) |
La revólte (2008) |
Narcisse supplicité (2003) |
L'indiférent (2006) Todas las imágenes son de Gilbert Garcin |
Hay que tener principios para llegar al fin
que es el principio del corazón ante el espejo.
Dentro y fuera,
esencia y cáscara:
Detrás de la máscara,
la careta;
detrás de su hueco,
la verdadera cara.
Metamorfosis del realizarse:
n
ó
i
s
n
e
c
s
desnuda a
hacia el YO de hormonas,
simientes,
nervios
y venas
que electrizan el tacto
y hacen saltar
las chispas
del compromiso con la vida.
YO, contra MÍ, pero CONMIGO:
Lo que espero,
lo que busco
y lo que encuentro,
solo yo me lo doy o me lo quito,
solo,
principio y fin que habito la vida
y me confiesa,
joven o viejo,
siempre,
mi corazón, de nuevo, ante mi espejo.
Dicen que la vida és lo que pasa mientras vamos haciendo planes en otras direcciones...
ResponderEliminarSugerente la página que nos facilitas con fotografías muy especiales.
Hermoso poema para describir la adolescència, Ábradas. Me gustan particularmente sus salidad mètricas pròximas al caligrama. Yo aún no estoy preparada para juzgarlo, porque aún estoy diluyendo en mis venas la medicina de esta tediosa edad.
ResponderEliminarhace poco me tropecé con un programa en TV2 sobre la adolescencia. Muy bueno: antropólogos y neurólogos analizando esta etapa. Y rompiendo tópicos: parece ser que en esta etapa de la vida nuestra inteligencia es superior a la que tenemos en otros momentos. Una idea casi paradójica, pero da que pensar...
ResponderEliminarÁbradas, no sé donde empieza o dónde termina lo que arrancas al presentimiento de no saberse más que en los tramos de uno mismo sin construir o sin rellenar, me es difícil de expresar, hay en tu literatura un quicio a partir del cual es imposible volver hacia atrás, regresar la mirada al entorno que presuntamente habitabas. Cuando miras por esa grieta todo ha cambiado, ya no eres el mismo. Leerte es un viaje sin retorno. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo