miércoles, 26 de diciembre de 2018

Carne, pan, vino y felicidad a domicilio, sin camino


 
El Greco. Adoración de los pastores (1612-1614). Óleo sobre tela (320 x 180 cm.). Museo del Prado. Nacimiento para su propia muerte en la cripta de la iglesia de Santo Domingo el Antiguo de Toledo.




A Daniel Méndez, por hacer de todas las noches (menos la de los martes) una Nochebuena.


         La globalidad ensancha lo igual impuesto. La asepsia de centro comercial vende, higiénica, la nada que compramos todos. Hay esclavitudes sin grilletes en los gestos cotidianos. Un vendedor de fundas de móviles, por ejemplo: nada tan superfluo puede dar tanto trabajo inútil con un sueldo de mierda encontrado en una agencia de colocación a través del móvil que le obligó a comprar una funda.

         El mundo solo se construye en presente. Un presente que se eleva sobre los presentes que fueron pasado y permite diseñar los presentes del futuro. Nuestra responsabilidad es vivir en conciencia este momento y este lugar que habitamos. La capa de nostalgia con que pintamos las cosas las preserva para poder dibujar sobre ellas, con valentía sin neoliberalismos, la cara de esperanza que funda el futuro.

         El Niño Jesús es el símbolo de todos los amaneceres de cada persona cada día. Feliz nacimiento perenne.
                                               


                                                                 
Hecho carne duerme el trigo en el pan.
Sueña la uva en el vino que es sangre.
Las espinas del heno,
la cruz hecha virutas de la cuna
brizan y mecen el alba del cero.

         Infusas, fe, caridad y esperanza
pasan al mundo en su llanto feliz.
Como la sangre que nutre la carne,
creemos, amamos y deseamos.
Prudencia, fortaleza,
justicia y templanza
hacen centrar el fiel de la balanza
en que inteligencia y voluntad,
en ósmosis humana,
funden y fundan en su simbiosis
libertad, igualdad
y una fraternidad sin usura
(con unamuniana sororidad).

         El mito fundacional de la idea
alimenta el progreso:
continente que encierra
un contenido abierto.

         En los platillos de esta cultura
nacen los sumilleres hematófagos
y los gurmés carnívoros
que venden el grial y las astillas,
compran el alma a peso
y financian el Edén parcelado.

         Un niño nació esclavo y asustado
de la libertad de su gran pobreza.
Sus exégetas alquimia aprendieron:
venden el agua a precio de vino,
convierten la felicidad en riqueza.







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