martes, 22 de noviembre de 2011

Destellos XXVI




Reloj en el aula: “carpe diem” anegado en “tempus fugit”. Alumnos concentrados en su examen. En la densidad de ese silencio intelectual, se repara la prisa por no llegar y el esfuerzo se acota a una cuantas preguntas, un universo previsible y circunscrito, domado en una condensación de horas que dan aquí sus frutos. En esa plácida contemplación, los destellos se cruzan entre sus pensamientos, pero no lo saben, ajenos en su esfuerzo. Para ir delante de la vida hace falta haber aprendido a ir detrás y a escalarla para atalayarse sobre su cima algún día. Desde allí, el concierto de vivir puede llegar a sonar bajo su batuta.
Tiempo antiguo prisionero del tiempo nuevo. Arena en metacrilato como agua de clepsidra solidificada.
El naranjo primaveriza el invierno.
En el amarillo de la hoja  ya vive el rojo vital de la cereza.
Habitar el pasado. Habitar el presente. Habitar el futuro.
Vivir de recuerdos. Vivir de vivencias. Vivir de esperanzas.
Vivir: caminar machadiana y jánicamente: ser tránsito desde el que fuimos hasta el que seremos, siendo.


¿Es la muerte una enfermedad que no se cura o  es la vida un sueño mientras vivimos la muerte? En esas caminamos mientras creemos que vivimos.
Vivir la vida. Morir la muerte. Morir la vida. Vivir la muerte. Desde esta orilla, todo es posible. Del otro lado, con visión de altura y perspectiva serena, todo sea un infinito sin límites ni bordes. La agonía y los naufragios de ahora quizás no sean más que turbulencias en un vaso de agua.
El amor es un hilo invisible que ensarta las agujas de los días por su coso, ojo huero, y es capaz de desclavarlos de su esclavitud a la piel del tiempo.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Transcendencia de lo íntimo



La aventura poética del misticismo libertario y otras  lizanías de este Lizanote de la página que habita el mundo real de la poesía, de este neoquevediano indignado, es digna de ser disfrutada a granel.


 Jesús Lizano Lizano (Barcelona, 1931), el Colectivo Jesús Lizano, Lizano de Berceo o Lizanote de la Mancha (que todos caben en su persona) es todo un espectáculo en él mismo. Sus minorías son siempre legión en sus recitales en ateneos, bares  o librerías. Su “ser es pasión”, a lo Walt Whitman. Su malditismo, como un Filoctetes urbano, es el del ácrata que quiere hacer una revolución desde los caballitos de un tiovivo. Su épica de sastres y picapedreros se trenza con la lírica más metafísica o la más física. Nos abraza desde la soledad de su poesía, que podemos leer al completo en la edición de Lumen (Lizania. Aventura poética (1945-2000), primera edición de 2001)
La página web de  Jesús Lizano, Lizania, es  toda una declaración de su "mundo real poético".

Teórico de comunismo poético y el misticismo libertario, agitador cultural por una reconquista de la inocencia, este quijote sanchopancino, valleinclanianamente, nos invita a vivir en dimensiones que no tenemos en cuenta, pese a transitar, ignoradas, paralelas a nuestras rutinas. Presente por omisión, trabajador cultural incansable de la contracultura, este hombre a una barba pegado, nos enseña el juego trascendente de la poesía.
Como Carlos Edmundo de Ory, Jesús Lizano, se encarna en un eterno postista que engrendra un preísta con el que fluye por los márgenes oficiales de la poesía. Su Camino de imperfección inventa los cruces necesarios para poder seguirle en algunos tramos, donde vendedores de globos nos saludan mientras pierden de vista a este flautista de Hamelin barbado y sin tiempo que, saltando y cantando, nos lleva hasta el horizonte cupular de su universo, unitario por diverso.
Poliédrico y romo (por agudo), restaña las heridas de las aristas de la vida con la épica de la lírica. Combate las injusticias con la épica de la lírica. Y nos hace ver el mundo desde la trascendencia de lo íntimo o la intrascendencia de lo ditirámbico y mediático. El poema que sigue es toda una declaración de principios.

A LA MIERDA
                                       A mis compañeros
                                       de los Ateneos Libertarios
                                       de Barcelona

     Mierda, yo te saludo complacido
cuando sales patética y caliente
luego de abandonar en el crujiente
y alimentado cuerpo tu sentido.

     Nada, sin tu calor, se ve nacido
ni sin verse en tu espejo es inocente,
mierda, pues nuestro fin es tu presente,
desecho no, sino vivir cumplido.

     Es tu fermento el que transforma en huerta
un universo lleno de intestinos,
danza de lo cocido y de lo crudo,

     porque sin ti la tierra es tierra muerta,
solos y muertos todos los caminos.
¡Mierda, madre común, yo te saludo!

 

LIZANO DE BERCEO. Lo unitario y lo diverso. Antología poética. Barcelona: Editorial Lumen, Poesía, 67, 1990, pág. 66.


Como seguro que esto os ha sabido a poco, como un buen aperitivo, aquí tenéis más Lizano en carne y pálpito, aunque en diferido, que siempre le hace perder. Este hombre, este poeta, en vivo, es una experiencia que no se olvida, a pesar de vivir demasiado olvidado.

           Mamíferos que aspiran a ser personas curvas


  
           Una entrevista en un portal libertario

domingo, 13 de noviembre de 2011

Destellos XXV

Playa de la Galera, cruz de fronteras (entre la tierra y el agua; entre municipio y municipio) en un amanecer de verano.


A contraluz, dilucidar: elucubrar, trabajar a la luz del candil, fosforescer como las noctilucas en la noche. Como fuegos fatuos se instalan en las fronteras de los procesos, en las bisagras que doblan planos y tiempos: vivir en el punto de ebullición o de congelación es toda una lucha por ser mientras se está dejando de ser. De esa metamorfosis nacen los Destellos como chisporroteos.

Funambulista del crepúsculo, volatinero que no quiere zapatos de luz ni de sombra que, descalzo, se desliza por el vértice difuso de su horizonte, sangrando complacido: solo así se es dueño de la transición.
Abismarse en los límites entre el aire y el agua: anábasis.
El olvido es el pozo de la memoria, su substrato, su fertilizante, su base para poder recordar lo nuevo.
Bajo la tela de la prosa, los bolsillos de la poesía: mete la mano y encuéntrate.
Penélope de las orillas, borda en el mar sus espumas, la playa.
Eternezco cada instante.

martes, 8 de noviembre de 2011

Hacia el fruto de Lilith

Entre Adán y Eva de Albrecht Dürer (1507), Lilith de John Collier (1892)
                                                                                  
                                                                        A Sonia Sierra, que llegó, sembró y se fue.



En la raíz vive la copa del árbol
y la sombra de sus hojas.
         En Lilith vive la impura androginia
de Eva y Adán: un solo ser
                                              con distintos relieves
que, multiplicado, se engaña
con el juego de las siete diferencias.

         ArmoníaS de contrarios,
desde la atalaya de cada nueva síntesis,
proclaman al oído

                   lo importante de ser imperfecto
                   la ortopedia del pensamiento único,
                   la necesidad de competir en compartir,
                   la destrucción del blindaje de los sentimientos,
                   las memorias que habitan en cada olvido,
                   los exilios de los cuerpo de sus almas,
                   la contranatura de la falsa pureza,
               la esterilidad de los desencuentros
               que pueden habitar en cada encuentro fértil…
                           
La persona: esa mezcla que ilumina el universo

                            y vive
                                      por delante de la vida

                   para   e  n  s  a  n  c  h  a  r   la   normalidad.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Haikus IV




Poemas que abren y poemas que cierran. Poemas que son frontera de la salida, acantilados de horizontes por conquistar. Poemas claustrofóbicos, que nos arrastran hasta su final.
Como las jarchas de las moaxajas, como el haiku del haikai, el poema se emancipa de la poesía, pero al revés. Es la extensa historia que relata el paisaje la que se concentra en estas diecisiete (o diecinueve)  sílabas métricas.  Vida y poesía, ojo y razón, pasado, presente y futuro, presencia y presencia ausente, imbricados por tres líneas de sonidos.
Poesía de circunstancia. Los átomos del universo.
Un único espacio en cuatro momentos de un mismo día. Narración impresionista de un paisaje impresionante. Su huella llega hasta aquí: la imaginación nos lleva hasta allí. Transferencia: ósmosis.

           
            

Playa desierta.
Mas no de gaviotas,
que son sus dueñas.

    
El mar se hace ola.
Agonía del agua
que la hace humana
          
             

Rompen las olas.
Se recompone el agua
al chocar con las rocas

              

Luna de agosto.
Un puente de luz tiende
hacia mis ojos.