lunes, 27 de marzo de 2017

Destellos LXXX



 
"Espejito de mi pantalla, ¿qué hay de mí en ti?"




         Últimamente los Destellos, como una sanguijuela, se hinchan de idea y palabra en el barbecho de la espera y, aunque abortos aún, nacen algo domados.

         Estos, desnudos y liberados, se escapan de la horma y se exhiben en la imperfección de su plenitud inmediata, aunque algunos vengan a iluminarse en decasílabos.
        




Estar siempre dejando de ser
para ser el que nunca te espera



En la posibilidad infinita, deshorizontarnos.



Omniignorancia de lo excesivo e impostado.



Sin oposiciones, llegó a ser pastor del bigdata




La flecha del deseo se atropella, se adelanta a sí misma.




Hipérbole de presente: futuritis.



Un tópico, cainita, fagocita al otro:
tempus irreparabile fugit”: “tempus se occidit”




Dos atenciones interactivas: centrarte para poder ignorar o viceversa.



-“Soy un cadáver del progreso” – dice el poeta.
-“Eres un zombi de silencio” – le responde el viento










viernes, 24 de marzo de 2017

Ósmosis IX




         



         No lo volvió a pensar: se arrojó al cielo del mar.







jueves, 23 de marzo de 2017

Burbujas de aire









         Ucronía sincrónica, leyenda vívida de recuerdos mitificados. Que la infancia solo es un paraíso consciente cuando se ha perdido, a redrotiempo,  desde un “carpe diem” preñado de vacío, de la respiración asistida por el aire de las burbujas de los embalajes que tan felices nos hacen.






Metonimia de la fiebre
infantil,
el mercurio fascinaba
en su accidente
provocado.
Un hogar rezumando hogar
encamado y feliz
de universos a ras de suelo.

Como formación en blíster,
el embalaje de burbujas de aire
(“push throung”)
medica sin química,
casual,
la fiebre de ahora.

Enfermedad dulce
de convalecencia infinita
al amor de madre y libros
traicionada
por la furtiva aventura
del azogue geometrizado
en esferas hipnóticas.

El mismo paquete
que te desasosiega
contiene el sosiego placebo,
homeopático:
ese aire que da aire
desde la breve violencia
que calma.

Esferificación de la calma
de la duración,
ingenua y nostálgica de futuro
en el mercurio;
pletórica de vacío
envasado
en el paquete que llega por Amazon
con el último gadget de Microsoft.



Felicidad
desparramada

que converge


en termómetros

y periferias
de autorregalos comprados.


La infancia es tóxica
cuando secuestra
el presente adulto
(de principitos sistémicos)
a contratiempo
vendido.

    En la bola de mercurio
contenida en el plástico convexo
vive el reflejo que fuiste,
su expectativa ingenua,
y la sombra que eres
ansiosa de aire.










Arquitrabes XXI: Perifrasilístico durabilidoso








Perífrasis verbal aspectual durativa fractal. Bucle infinito de duración. Paradoja de Zenón léxica de metrónomo incombustible y paralógico. Sonda sofismática de lo mesurable fuera de toda taxonomía y rango. Concentración verbal de la dispersión. “Mise en abyme” cotidiana del instante sin corazón atómico en el fondo de su origen al que conseguir llegar. Buceo a pulmón y plomo dentro de un punto y seguido.

Vida pletórica. O muerte. Perífrasis perifrástica.






Acabar de acabar de empezar a empezar.