lunes, 21 de abril de 2014

Haikus XII



   



  


   De vuelta a mi tierra (¡volver, siempre volver!) desde mi mar, atardezco entre senderos de lunes de pascua. El cielo, como un gris océano invertido, anuncia verter sus aguas sobre esta reminiscencia de lecho marino sin apenas memoria.
Acompaso sílabas y pasos: el haiku pule sus latidos en el tiempo de volver al cero, lejos ya de la visión que lo encendió. El Pi d’en Xandri, solitario en el campo sin siembra, apuntalado, atalaya que eclipsa un “skyline” de Monestir y Montserrat, guía a caminantes y paseantes como un faro verde de sombra en secano, como un hito de ires y venires.
Machadianamente minimalisma.



Enhiesto pino
partido por un rayo.
Faro en camino.



   El comentario del amigo José María Quiroga Plá hace necesaria una rectificación lírica del haiku.



Enhiesto pino
nevado por un rayo.
Faro en camino.



Imagen del pino de 1941, antes de las nevada que le han dado su silueta actual. Las patatas y los cereales custodiaban su soledad. La fotografía es de Laureà Barnadas






    Hay un transfondo en el icono, un hervir sordo de causas bajo el símbolo. Si el paseante quiere transitar, con algo más de consciencia, por ese paraje presidido por el melancólico pino piñonero, puede entrar en este Escarabajo verde para llegar, gracias al gusano de signos que lo habita, a una explicación.












8 comentarios:

  1. Todo resto pasado es un faro para el futuro como el Pi d'en Xandri

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Certera apreciación, querido Galderich: ese faro bucólico de caminantes (en esa especie de autopista rural que es el camino hacia Can Borrell y Sant Medir, especialmente los fines de semana) me habla a mí de mi obligado desarraigo marino, pero también de la historia que nos debe seguir guiando e iluminando, como bien has leído
      Ese pino piñonero, que quiso ser asesinado en 1997, es todo un símbolo de un Sant Cugat cada vez más desnaturalizado (a pesar de su propaganda de pulmones verdes). Dicen los que entienden que germinó allá por 1774: ¡tiene, por tanto, 240 años! Nos habla, silencioso, del pasado rural de Sant Cugat, de las tierras del “pagés” Xandri en las que se mantiene, a pesar de todo, erguido y atalayador de tiempos y personas.
      Leer el futuro desde la luz que da el pasado.

      Eliminar
  2. Que bonic, puc imaginar-ho perfectament. He tingut la sort de conèixer en Pi d’en Xandri i aquella zona, però encara que no hi hagués anat mai, sería fàcil visualitzar-ho amb les teves paraules, com una foto.
    Bon retorn!


    Clara

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De fet, estimada Clara, aquest haiku (i l’anterior) són (o volen ser) aixó: una fotografía léxica. Quan vaig a córrer no m’agrada escoltar més que el que m’envolta de forma real. Corro per veure alguna cosa: un lloc, un momento del dia… Si el que veig em convida, intento retenir-lo a les 17 síl.labes del poema.
      El haiku, com saps, preten copsar una vivència motivada per la natura, de forma simple, suggerent i suggeridora. Aquest monument natural, tan emblemàtic com el propi Monestir o Montserrat, o la Mola, ens parla des dels seus 23 metres d’alçada, robust (malgrat la bretolada de 1997 –amb intent de tala i de cremada-) amb el seu tronc amb una soca de 3,60 metres o la seva copa de 21 per 15 metres. Malgrat haver estat, segons diu la llegenda, mig escapçat per un llamp o humiliat per uns brètols, allà segueix, “enhiesto”, referencia de caminants i de temps.
      Tot aixó hi és (o pretenc que hi sigui) als tres versos.
      Gràcies per seguir llegint-me.

      Eliminar
  3. Voy a aprovechar, querido Ábradas, mi situación privilegiada para dar un nuevo matiz a esta miniatura lírica.
    El rayo que supuestamente modeló la silueta de la copa de este pino es fruto de la cultura popular, quizás porque la conexión con el cielo a través del hilo del destello divino es más sugerente que la realidad que lo mutiló. Esa “minusvalía” que lo embellece y singulariza ahora, desde febrero de 1997, está asistida por las muletas que lo estabilizan tras el arañazo en su base de la motosierra y la “caricia” del fuego. Si fueron unos gamberros ociosos o unos delincuentes orquestados por quien quiere especular con el terreno, lo dejo a quien corresponda… Una generación lo conoce apuntalado y solitario: cuatro lo quieren con esa rama de su copa aislada. Antes de la nochebuena de 1962 se le quería, con menos épica, con su copa completa. Fue la nevada de ese año la que, con la gravedad de su peso, venció parte de las ramas y dibujó su silueta. La nieve y no un rayo modeló su rama díscola. Y el último recorte contra el cielo es de marzo de 2010: otra nevada hizo caer una rama terciaria. Pero resistió a los vientos de enero de 2009, firme aunque herido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, querido don José María: rectifico líricamente. Y ya que modifico la entrada (no es ya, pues, una simple fotografía léxica) la ilustro con imágenes.

      Eliminar
  4. Preciosas imágenes fotográficas y sublimes imágenes de palabras ;) Tal vez me gusta más el segundo haiku por el juego visual del verbo nevar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El peso poético de la nieve, querido Eduard es, también lo creo yo, esencial en la imagen que la haiku pretende evocar. La verticalidad de la “enhiestez” y ese faro descontextualizado se equilibran y horizontalizan con las amenazas de muerte del pino solitario y objeto de la discordia de los especuladores de terrenos o, simplemente, de la naturaleza misma que, envidiosa, insiste en doblegar su esbeltez. Pero es, seguramente, la comparación entre las dos versiones (y toda la historia que media entre ellas y de la que hay constancia en los comentarios de los lectores) la que realza la segunda y prueba con esa imagen oximorónica de nevar rayos que funde las dos causas de la singular silueta de su copa, la popular y legendarizada del rayo (así lo recuerdo yo en mis “Marxas” infantiles, cuando descubrí el árbol y en ella pensé para el primer “haikunazo” –esto es, destello léxico ante el arrobamiento experimentado en la visión de la naturaleza-) y la real de la nevada.
      Te agradezco mucho que sigas paseando por estos Limbos.

      Eliminar