Veo, querido Ábradas, que tu lirismo se refugia en la ironía de estos “Arquitrabes” para resistir. Te veo demasiado en la resistencia, a contrapelo. Aunque en este caso esa invasión bárbara del inglés se diluye en el fluir heraclitiano y busca en el amor su ancla. La imagen es muy bella: el nudo de dos cuerpos que se confunden, extáticos, sobre el pantalán que ve pasar el fluir del tiempo líquido. Machadiano, heraclitiano ese mundo-clepsidra, ese llenar de agua los discurrires. La contrafacta latina redimensiona la inercia del tópico, lo actualiza.
Sabe, querido don José María, que mi contrapelo se deja ir llevando por la corriente misma. Pero duele eso de sentirse extranjero de tu presente: es como “La casa tomada” de Cortázar. Das lo mejor que tienes y no basta. Es una insatisfacción frustrante y sin literaturas: un multicentrarse para no estar en ningún sitio del todo. Solo el amor, en su pilar centrípeto, nos arraiga al instante.
Tempus fugit vs. fast food...
ResponderEliminarHabitar el tiempo o ser su cliente. Ser o estar: esta es la cuestión.
EliminarVeo, querido Ábradas, que tu lirismo se refugia en la ironía de estos “Arquitrabes” para resistir. Te veo demasiado en la resistencia, a contrapelo. Aunque en este caso esa invasión bárbara del inglés se diluye en el fluir heraclitiano y busca en el amor su ancla. La imagen es muy bella: el nudo de dos cuerpos que se confunden, extáticos, sobre el pantalán que ve pasar el fluir del tiempo líquido. Machadiano, heraclitiano ese mundo-clepsidra, ese llenar de agua los discurrires. La contrafacta latina redimensiona la inercia del tópico, lo actualiza.
ResponderEliminarSabe, querido don José María, que mi contrapelo se deja ir llevando por la corriente misma. Pero duele eso de sentirse extranjero de tu presente: es como “La casa tomada” de Cortázar. Das lo mejor que tienes y no basta. Es una insatisfacción frustrante y sin literaturas: un multicentrarse para no estar en ningún sitio del todo. Solo el amor, en su pilar centrípeto, nos arraiga al instante.
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