jueves, 5 de enero de 2017

El tándem (realidad lírica).



 
Miguel Hernández, en marzo de 1937, en el frente sur, intentando transformar el mundo.



La cigarra, al ver pasar a la hormiga, le propone una empresa. Buscan al castor, que además de industrioso arquitecto es ingeniero. Él les regala el tándem en el que la hormiga dirige y la cigarra, pedaleando y cantando, da potencia doble al movimiento de sus rumbos.

Viajan por espacios y tiempos, por estaciones (del año, de ferrocarril,  de penitencia) y prados, por noches y días.

Una mañana de verano se topan con un mono que les propone un negocio. La hormiga y la cigarra, en amorosa simbiosis con su vehículo, ignoran la usura de la propuesta y siguen haciendo suyo el mundo.

El mono copiará el modelo y convencerá a los incautos que fabricarán  los tándems y a los que se subirán a ellos para comprar y vender el hallazgo de la necesidad.

Con el tiempo, la cigarra, la hormiga y su tándem original quedarán como vestigios obsoletos, de museo sin visitas, en un universo poblado por publicistas, empresarios y trabajadores deslocalizados e impacientes que soñarán con huir de la zona de confort.

1 comentario:

  1. Quanta razón!
    Tengo la sensación que vamos a peor, Pascual.
    Esta fábula está muy bien puesta al día.

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