martes, 29 de marzo de 2011

Destellos I

Embriones de ideas o abortos del pensamiento fuerzan, ovíparos, su parto: tienen prisa por dejar de ser una parte para ser, autónomos, independientes y libres, totales; tienen miedo de quedar en entelequia que se pudre en la claustrofobia del cerebro sin ver más luz que la de sus sombras. Exiliados del seno materno, se transforman en fulgores que buscan fulgores para crear haces de luz, sin conseguirlo. En el azul del azar son ya causa y consecuencia, causalidad y casualidad. Pero lejos del cántico guilleniano. “El mundo está bien hecho”, en otro lugar.
No hay sentido: hay sentidos. Caleidoscopios: fragmentos que se reflejan para generar constelaciones, islas de luz conectadas por los hilos invisibles de intuiciones domadas.”Los ojos no ven: saben”, porque para llegar a destilar el significado hemos paseado por un bosque de símbolos que nadie puede talar porque los hemos sembrado, regado y cuidado en nuestra mente. Esos árboles somos nosotros.

●En la plácida seguridad del amor estable habitan los incautos arrebatos y misterios que lo consolidad con sus túneles y toboganes hacia nosotros.
●Quererte para tocarte, que para amarte sin verte ya está la muerte.
●Relajada, la carne al pairo de su peso, bañada en sombra y sueño, pareces estar esperando siempre un beso.
●Soy lo que doy. Tú me das todo lo que tengo.
●La vida es la solución de un conflicto perpetuo, mi zurcidora de vacíos sobre la piel del tiempo.
●Abismo concéntrico de todos los ahora que nos catapulta: caer hacia adentro y verterse hacia afuera. Suicidarse de crecimiento.

1 comentario:

  1. bon nom aquest de "destellos". És important saber que el pensament és efímer però il·luminador.

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