lunes, 7 de marzo de 2016



Destellos LXX




 
Leopoldo María Panero Blanc (1948-2014). Lucidez oscura de la locura.





         Cuando el naufragio de la deriva nos hace perder el rumbo. Cuando todo lo mueve el cambio y es líquida de azogue (sin darnos fluidez) hasta la tierra más firme. Cuando mareas y resacas tienen quienes gobiernen tu nave. Cuando los faros son espejismos de luz clonados por la misma perversión de cantos de sirena con eslogan. Entonces hay que volver. Volver al fondo. Descender por el cabo hasta la playa del poema. Allí, cabeza levantada hacia ese cielo de agua ensartado de destellos, ser pecio humano.

Cuando el ancla es lastre que nos centra y libera.
        



El tiempo pasa. Los recuerdos son remolinos de duración en el cauce de la línea recta del tiempo, centros de ondas concéntricas en el camino del agua hacia la nada. Círculos centrípetos que preñan el fluir: olor de humedad, música líquida. Lo demás es murmullo de muerte.


Claustrofobia en el universo.


Oficios humildes y trascendentes: quitarle el polvo a los brazos del Cristo crucificado.
 



Vivir con el hueco del corazón bombeando nadas.




Haikú traspapelado:

                                      Silencio en sombra.
                                      La luz del pensamiento
                                      florece en alma.


 

¿Felicidad compacta? No, preñada de grumos de infelicidad, como el gruyère francés, que le den a ese cuerpo alma.



El dinero cifra el interés mejor que nada.




Bostezo: exhalación del vacío mental, transmutación del aburrimiento como lugar común en el circo que es ya el mundo. Cercenar las alas a la plenitud de ser desde dentro, capar el vuelo por falta de experiencia constructora del yo.



Mobile World Congress” vs. Fruitful & Restful Word Congress.

En un mundo hiperactivamente móvil, un congreso de sosiego. Quizás la etimología sea la última isla humana.
 

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