San Juan
de la Cruz, en su divinización de lo profano para captar almas de cántaro, hizo
de la altanera cetrería, el neoplatonismo pagano o de la llana canción un
correlato objetivo fértil. Italianizando o popularizando, hisopó la idea humana
de dios desde sus versos.
Desde la
atalaya mística de su camino de perfección, desde su eco, esta glosa
endecasilábica pone al día su pretensión, pasando por Federico García Lorca.
Que el “empoderamiento” alienta y alimenta tiranías y diviniza: así, como caza
que se cree ave rapaz, somos cazados en una orgía de nubes de “popcorn”, entre risas y prisas por
culminar orgasmos sin erección ni lúbrica excitación. Que la sangre, los flujos
y las neuronas eróticas se pagan aparte.
“De la esfinge a la caja de caudales
hay un hilo tenso
que atraviesa el corazón de los niños pobres.”
que atraviesa el corazón de los niños pobres.”
Federico
García Lorca, “Danza de la muerte”.
Poeta en Nueva York
Nos hicieron volar tan
alto que
nos dieron, como carnaza,
alcance.
Tan alto, y tan altos,
nos creímos
en el goce que este
suelo perdimos
y, felices,
naufragamos en aire.
Liberación del ser en el subir a pulso. |
"Naufragamos en el aire"... una metáfora ben actual!
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