Helena Palao Bertran. Su talento musical excede cualquier taxonomía lingüística. Va más allá de lo evaluable. |
Después
de un número considerable de clases, de convivencia intelectual y vital con la
lengua y la literatura castellanas como excusa, los cauces buscan nuevas
cuencas, como tiene que ser para poder ser.
Oí cantar a Helena Palao en la salida
de tutoría de primero de bachillerato a la Cerdanya. Y ese talento abrió la
posibilidad que ahora es una realidad. Porque los alumnos son lo que dan en
clase y también todo lo que nos perdemos
en el aula. Como los profesores.
Después de muchos comentarios de texto
curriculares, aquí va un comentario de texto vital. Lo que se pueda entender de
lo que quiere decir no es necesario verbalizarlo desde una tipología textual
expositivo-argumentativa. Es un texto con vocación performativa, con
arquitectura de puente entre la experiencia que lo dicta y la experiencia que
espera.
Ahora ya saben que el imperativo, que
solo tiene presente y segunda persona, comparte con la modalidad exhortativa y
la función del lenguaje apelativa, la semilla del amor. Que el modo enunciativo
alocutivo puede tener entrañas elocutivas, de un lirismo inseminado de epicidad
del vosotros personalizada en cada deixis del tú concreto.
Entre mi intento por reproducir en
tercero de ESO la supuesta juglarización de El
Cantar de Mío Cid y este regalo musical de Helena Palao Bertran (y su
profesora de canto Aranzazu García Oncina) hemos navegado en una intersección
poética memorable.
Sintetizar una voluntad de maestro
flexible y empático en una canción me parece el mejor epílogo a un prólogo. En
la voz de Helena Palao suena a fusión de raíz y alas. Raíz que pudo parecer
cadena (y ahora se ve en su dimensión fundamental). Alas que pudieron parecer
futuro incierto, confusión, y que ahora son lo que puedan ser desde su raíz
hecha ya tronco.
Para
las personas que han construido Polder; sin miedo al imperativo del amor.
Cada
uno es el cabo de su hilo,
el nido en el que se gestó su afán.
Llegados por azar al nuevo hogar,
trenzados, sois ya este nuevo tejido.
Aprender
a ser implica haber sido.
Tramar complicidades para ser
os pide el talento de querer
crecer sobre el cultivo aprendido.
Llenad la libertad
con criterios dialogados
para combatir la desutopización.
Sembrad
la sociedad
con raíces bien aladas
para saber almar esta automatización.
Sentid:
El
universo late en vuestro lado:
empantallaros abona crecer
en vuelo hacia el vosotros sin caer
en la fácil felicidad, lastrados.
Alforjas
para la investigación
de la aventura de vivir lleváis.
Espacio fértil para que vayáis
enriqueciendo, libres, su valor.
Llenad la libertad
con criterios dialogados
para combatir la desutopización.
Sembrad
la sociedad
con raíces bien aladas
para saber almar esta automatización.
Sentid:
Aquellos
hilos son estas maromas
que ahora dan alas a vuestro zarpar
Levad las anclas y futuread:
fletados , estibaréis en nuevas proas.
Este puerto nuestro ha sido y será siempre el
vuestro.
Este tiempo nuestro ha sido y será siempre el
vuestro.
Llenad la libertad
con criterios dialogados
para combatir la desutopización.
Sembrad
la sociedad
con raíces bien aladas
para saber almar esta automatización.
Sentid:
Pascual
Gálvez Ramírez, mayo de 2017.
Sentir l'Helena va ser molt emocionant. Escoltar la lletra una meravella.
ResponderEliminarEm quedo sobretot en:
"Este puerto nuestro ha sido y será siempre el vuestro.
Este tiempo nuestro ha sido y será siempre el vuestro."