En
los mundos posibles también los hay casi imposibles, difícilmente imaginables
como retos a la inteligencia lírica de ingeniería alternativa. El cálculo de
estructuras de ese universo es responsabilidad de alefitas y cronopios.
Homenaje a Borges y
Cortázar, imaginación fractal.
Mientras
cae hacia el infinito eterno desde su hexágono de la Biblioteca de Babel,
Funes el memorioso, conciencia plena en su Aleph de jardines que se bifurcan en
ruinas circulares, se sabe soñado desde la casa de Asterión, tomada por quien
habitaba la imaginación del lector del sillón de terciopelo verde, eclipsado
ante la luz de los ventanales que dan al jardín ubicuo en el que restañar sus
heridas.
En
ese laberinto, girando siempre en el vuelo hacia la izquierda, se alcanza a
conquistar el Todo que germina en la Nada del abismo de la caída hasta la cima
del milagro musical secreto orquestado por Pitágoras y Dante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario