Como en el toreo de salón, podemos pasear sin salir al exterior. Podemos pensar
desde el simulacro de vida más real para vivir que es el leer. Un simulacro,
además, necesario y sin falsedad. En su contingencia vive la necesaria semilla
con la que saber ver al mirar cuando paseamos los ojos por el mundo. Lo que lees
es lo que puedes vivir conscientemente. Un árbol, este árbol del presente pleno
de la mirada, es lo que es y lo que veo. Y veo todo lo que he vivido, todo lo
que he leído, todo lo que sobre esa porción de realidad puedo proyectar.
Las correspondencias, las resonancias,
no brotan de la nada: la conexión entre el alrededor y el yo (entre lo nouménico
y lo fenoménico) tiene sus raíces en la preparación de la mirada, del gusto,
del olfato, del oído, del tacto. Y en la reflexión sobre lo visto, saboreado, sentido,
escuchado o acariciado. No hay penseo sin prólogo de su presente continuo ni epílogo
durativo.
Hoy ha sido momento largo de cultivo
del paseo de mañana. He acabado el libro de José Carlos Ruiz, Filosofía ente
el desánimo y con él un breve círculo de complicidades, complementariedades,
intersecciones y andamios para construir crecimiento mental. Eduqueu els
infants ben aviat en lletres de Erasmo de Rotterdam y Escuela de aprendices
de Marina Garcés han abonado el camino mental de mi paseo por el pasado y el
presente de mi vocación socrática de enseñante ante “aprendientes”. Las
primeras voluntades de José María Micó han diseñado paisajes de la épica de
la lírica que necesitamos para ser a contraprisa, para vivir en la duración que
encarnan los versos. Y la Filosofía y poesía de María Zambrano, magmáticas,
forjan la aleación gestadora del pensamiento. Porque pensar es esa capacidad de
poder razonar trenzando con la lógica la humanidad que la enriquece y la
trasciende.
“Andar” es anagrama de “nadar”. Las
páginas son caminos, son olas, son espacios en los que fluir y caminar. No hay experiencia
sin vivencia. Leer es el experimento mental con el que salir a vivir con
conciencia plena para que el diálogo entre el yo sujeto y el universo sujeto pueda
ser fértil y antídoto contra la objetización cosificadora. En el bosque o en el
mar, todo lo que el sujeto contiene puede jugar al vaivén con el contenido del
continente que también contiene al sujeto. En esa osmosis florecen las ideas
del caminante.
Nunca he pretendido ser un haijin.
Escribo haikus desde la heterodoxia en la forma y en el fondo pero siempre
desde una percepción lírica del tiempo y el espacio y diecisiete notas de voz
(con una asonancia entre el primer y el tercer verso). En esta serie la esencia
está en la introspección del paisaje, en la cosmovisión del poeta que camina
para pensar. No hay más kigo (motivo que evoca una estación del año) que
el que cada paseo convierte en médula del haiku. Las comparaciones internas
dialogan con el diálogo entre la mente y el paisaje que centran al penseante.
Son haikus conceptuales, describen la percepción lírica más que la realidad
mirada. Su esencialidad está, pues, en la quintaesencia lírica del ver, no en
lo mirado. Hay verbos, aunque poco movimiento: quien se desplaza es el pensador
para cuajar en diecisiete sílabas el aforismo susurrado por la naturaleza. En
este caso, como he paseado por ese bosque se símbolos de le lectura, la experiencia
tiene más abstracción conceptual todavía: un “carpe diem” mental que
evoca, apolíneo y vital, lo dionisiaco y vital. “Discernir” es separar para
distinguir, usar el cedazo del pensamiento para cribar y cerner el todo. Ese
harnero humano nos permite ahechar para conseguir, etimológicamente, lo “cierto”,
“acertar”, desligar el grano de la paja.
Y ahora, el haiku:
Discernimiento:
percibir claro
el alrededor dentro
Ara que s'han posat tan de moda els clubs de lectura, als que no assisteixo perquè em traurien ¨intimitat personal¨ sí que enyoro una bona tertúlia per reflexionar sobre textos com els teus. Gràcies, PASCUAL
ResponderEliminarsira
Gràcies, Sira.La lectura sempre ha de néixer d'un acte personal íntim. Compartir pot ser la segona fase del plaer. La moda de "club" (de lectura o de "pachwork) pot arribar a invertir l'ordre, amb tanta pressa per arribar a enlloc. Una abraçada.
Eliminar